Ruta de los Oasis y Palmerales

Cogiendo la carretera principal de Mauritania pasaremos por Akjoujt, una ciudad minera de cobre y de oro. Poco despues nos dirigeremos hacia las dunas de Amatlich hasta llegar a la gran duna cerca de Azoueiga. Acampada con jaima (gran tienda nomada) y tiendas iglú, o al aire libre.

Hoy pasaremos por muchos palmerales con sus casitas. En la época de la cosecha de dátiles estan muy concurridos y podemos encontrar tantas personas como en el mercado de Nouakchott, lo que es inimaginable en esta época. Al principio el camino es pedregoso y muy duro, pero merece la pena cuando veamos el Paso de Tifoujar con sus vistas al valle Blanco y las montañas del Adrar. Bajaremos el paso de Tifoujar, y tendremos una sensación increible porque la pista pasa por dunas a la derecha y a la izquierda. Toungad es un gran oasis que vende la mayoria de sus dátiles en Nouakchott. Por la tarde llegaremos a Maaden, una zona de regadío con muchas verduras y al fondo, naturalmente, las dunas. Acampada.

Cargados con pan redondo caliente nos iremos a Timinit, un camino precioso con unas vistas impresionantes. En Timinit hay que subir un paso muy empinado para luego llegar a Oujeft, famoso por su arquitectura de piedras sin argamasa. Un poco más tarde llegaremos a Mheiret, otro pueblo con palmeral. Acampada.

Desde Mheiret pasamos por las montañas de Zarga, que significa “azul”. Llegaremos por la tarde a Chinguetti para visitar la parte antigua de esta ciudad caravanera, la 7ª ciudad santa del Islam, declarada patrimonio de la humanidad por la UNESCO. Visitaremos también algunas bibliotecas que atesoran manuscritos de más de 800 años. Albergue.

Nuestro periplo nos lleva a través de un maravilloso paisaje de dunas directamente a la Edad Media. Ouadane es un fascinante testimonio sobre el glorioso pasado de este país. Antaño esta ciudad albergaba unos 20.000 habitantes, de los que hoy quedan solamente unos 2.000. Acampada.

El Paso de Amogjar es un impresionante cañón en el que contemplaremos algunas pinturas rupestres y visitaremos el “Fort Saganne”, construido por los Franceses. Después de una corta visita de Atar pasaremos brevemente por Azougoui, antaño capital de los Almoravides. Por la tarde pasaremos por el sobrecogedor paisaje de las montañas del Adrar y, cobijado al final de un valle, llegaremos a Terjit que esconde un palmeral con aguas termales en donde relajarse. Dormiremos en medio de este paraíso en un albergue con «jaimas».

Disfrutaremos durante poco tiempo de carretera asfaltada; después de Akjoujt, nos desviaremos para llegar al oasis de Benichab. En él hallaremos aguas fósiles de unos 90 m de profundidad, utilizadas como fuente de agua mineral. Nos acercaremos a Tiouilit a lo largo de las dunas que llegan hasta el mar, pasando por antiguos lagos salados. Buscaremos en la playa una duna bonita para montar nuestro campamento.

Despues de entrar en la ciudad, dedicaremos el resto del día a pasear por los mercados, embebidos de su especial ambiente, a visitar el museo y disfrutar del bullicio del puerto pesquero. Hotel.